"La mente del humano lucha desesperadamente por crear recuerdos donde no los hay"
- R. Lutece 1889
Luego que una seguidilla de sucesos que me desorientaron llegue a Columbia, la ciudad suspendida en el aire en la que nos aventuramos en Infinite, me sentía igual que el personaje principal, desorientado, a mi mente inmediatamente llegaron las preguntas: donde estoy, que hago aqui, por que la ciudad vuela, quien soy. Y decidí adentrarme en Columbia solo para encontrar respuestas a mis preguntas.
A medida que el juego se desarrollaba los misterios se hacían mucho mas complejos e interesantes, comenze lentamente a olvidar mis preguntas iniciales, las que me llevaron a donde estaba, y empece a vivir el momento, el sentido épico de la aventura fluía en mi, mientras se desarrollaba con mimo la espectacular trama. No quiero hablar de la historia, siento que contar cualquier detalle de esta arruinaría completamente la experiencia por completo, pero no puedo irme sin comentar que es fantástica de principio llena de incógnitas y misterios que en el trecho final se ven descubiertos de una manera maravillosa con un clímax y un desenlace de lo mejor que he podido apreciar en mi vida de espectador.
El entorno esta tan bien hecho y su trama tan llena de detalles que hace que todo fluya dentro de mi mente, y son estos detalles mínimos que hacen de una simple ciudad una locación que difícilmente olvidaras. No es obligación explorar en todos lados, hay muchos lugares que puedes saltar para continuar la historia. Pero en mi afán de explorar para conseguir experiencias (y objetos que me ayuden dentro del juego) encontré una escena opcional en la que el personaje principal tomaba una guitarra y junto a su compañera le cantaban a un pobre niño atormentado por el caos que se vive en la historia
Fue en ese momento en que toda mi exploración se volvió recompensada con creces, no con un item, ni con un suceso importante en la trama, si no con una experiencia que iso darme cuenta que era yo el que estaba viviendo y disfrutando dentro del juego y que por detalles como este es que algo bueno se convierte en algo inolvidable.
Con un soundtrack sobresaliente, un apartado visual muy cuidado, un gameplay atractivo y con sobretodo una maravillosa historia a ser contada y digna de ser recordada nos deja la fantástica aventura jugable que fue Bioshock Infinite, un brillante diamante entre tanta opaca piedra de hoy en día, sin dudarlo lo mejor para la actual generación en mucho tiempo.
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